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jueves, 24 de mayo de 2018

La desventura artística

Cage: 4´33





Decía ayer (Pulsar para leer) que, puesto que el dolor del artista es el motor de la creatividad, si eliminásemos del mundo el sufrimiento síquico despojaríamos a la humanidad, entre otras cosas, del Arte y la Poesía. Pero ¿quién no prefiere ser dichoso a ser desdichado? Sanemos, pues, la vida, cuidemos la sensibilidad del ciudadano simple y la de los genios: estos, por su hipersensibilidad e idiosincrasia siempre sufrirán sus visiones y, por ello, el rechazo social de todo cuanto se adelanta a la sociedad. 
     Pero hora es ya de convertir en himno la elegía. Claro que para ello tendría que detenerse la conversión de la inquietud metafísica en absoluta frivolidad: la que demuestran las editoriales, los conciertos, las exposiciones y la cultura de la hamburguesa. Así, muerta la sensibilidad y establecido el encefalograma plano como mejor cociente intelectual, es casi imposible que haya artistas y sí muchos artistoides. Porque ¿qué tipo de obra de arte puede esperarse de un individuo vulgar y una sociedad estéril?

1 comentario:

  1. abrazar, mirar de frente el dolor, tocarlo, modelar con mis manos la materia dolorosa, con la intención de entender el porque de tanta angustia. y así, en este trabajo silencioso, la creación me salva, una vez más.

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