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domingo, 21 de enero de 2018

Tomás Villanueva



Cuando yo era niño, sentía ya que vivía en el mundo, pero no con el mundo. Sin pretenderlo conscientemente, durante mi niñez y adolescencia, me refugié en el aislamiento y la soledad con la única compañía de la tristeza, algunos libros y unos cuadernos a los que les hablaba con el lápiz.
     Poco antes, aún en Bicastrum, y aunque volvía de Orihuela a visitarlo, tal aislamiento me llevó a desconocer cuanto pasaba en el antiguo campamento doble y romano -en el que luchaba siempre contra el enemigo interior que era yo mismo-, y a conocer más la indefensión y la orfandad de mi autoexilio.
     Ahora sé que en aquel Bigastro que imaginé desierto nació una inteligencia dedicada al cientifismo, y que la justicia que lucha contra el olvido rememora a quienes se merecen siquiera un lugar en la memoria. 
     De manera que ahí dejo un minuto sobre aquel dieciochesco personaje.

4 comentarios:

  1. dicen que la niñez es la época mas feliz de nuestra vida. Yo creo que no. la niñez es el momento que más miedos se tienen; hay miedo al abandono, a no ser como ellos quieren. miedo a la soledad y a la muerte. con cinco años perdí a mi abuela ELECTRA, mi refugio entre las multitudes. de ella aprendi la sintonia entre personas y EL SENTIDO DEL HUMOR

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  2. Señora: "La patria del hombre es su infancia", dijo Jean Paul. Y ya se sabe que las patrias no suelen tratar bien a sus hijos hasta que los han matado.

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  3. Entonces eres un autor de la vega baja del segura, y lo de diocechesco es tu autobiografía de cuando tenías 18 años, ¿verdad?

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  4. CABALLERO: A MIS AÑOS HE VISTO MUCHOS CASOS DE ESOS, Y NO SOLO MATADOS, ALGUNOS RE-MATADOS

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