Al mismo tiempo y por las mismas fechas, con seis ex-matrimonios a sus espaldas, Cintio decidió dedicarse a su verdadera y oculta vocación, que era hacer oposiciones para arzobispo de Constantinopla; y se puso a constantinopolitanizar por doquiera, enormemente y fecundo. Solía decir: Zeñora, ez uzté el mejor afrodisíaco.
Como la realidad es más inimaginable que la fantasía, ambos consiguieron sus propósitos, además de encontrarse y vararse el uno frente al otro en un místico coito imperturbable.
El mundo todo es máscaras -decían las dioptrías-.
Pero todavía resulta más increíble que haya personas e instituciones castradoras de la sexualidad, pues es tanto como abolir el primer principio de la Naturaleza, que es el instinto de supervivencia y el equilibrio emocional.
Pero todavía resulta más increíble que haya personas e instituciones castradoras de la sexualidad, pues es tanto como abolir el primer principio de la Naturaleza, que es el instinto de supervivencia y el equilibrio emocional.
El abrazo culpable
El abrazo indomable
Monólogo del cisne (El abrazo imposible)
El abrazo entre plumas
El abrazo en el cuadro
El abrazo inasible
El abrazo iniciático
El abrazo sin plétora.
El abrazo dulcífago
El abrazo inedénico
El abrazo a la muerte.
Como si fuera mi Autobiografía (El abrazo final)
El abrazo encontrado
El abrazo insidioso
El abrazo insaciable
El abrazo inconsútil
El abrazo dulcífugo
El abrazo interrupto
El abrazo cautivo
El abrazo inmortal
El abrazo caníbal
El abrazo coital
El abrazo placebo
El abrazo sin rostro
El abrazo perdido (Carpe diem).
El abrazo truncado
El abrazo suicida
El abrazo invasor
El abrazo de plástico
El abrazo no dado.
El abrazo dichoso
El abrazo a la vida
El abrazo sin cuerpo
El abrazo ataráxico
El abrazo amoroso
