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sábado, 31 de julio de 2021
viernes, 30 de julio de 2021
Postmortem, Previda (haikusoncillo aborigen)
Si esperas otra vida cuando mueras
vívela en esta porque en esta mueres.
La muerte es el umbral de un laberinto;
y si hubiese salida,
¿querrías seguir siendo el que ahora eres?
Intenta vivir hoy como si fueras
a morir mañana.
miércoles, 28 de julio de 2021
martes, 27 de julio de 2021
Tanhauser
que desmiente la inefabilidad.
lunes, 26 de julio de 2021
El holandés errante
domingo, 25 de julio de 2021
En la noche se oía un fandanguillo
La vida empieza el día en el que amamos
y muere cuando muere nuestro amor.
Puesto que me has amado un solo día,
un solo día he vivido yo.
En ese breve tiempo he abrazado
todos los sueños de este mundo;
pero también
todas las muertes del dolor.
sábado, 24 de julio de 2021
Festival Bayreuth
Este año, a pesar del virus, se reanuda el ya centenario Festival Bayreuth, por primera vez dirigido por una mujer.
Solo cuatro de las grandes obras de Wagner; la primera, El holandés errante:
jueves, 22 de julio de 2021
Consuélenme tus besos.
de líquido esplendor en el que nos amamos.
No es este el mar de Ulises, pero es mar:
el alto cielo convertido en lluvia.
Sálvame del naufragio:
Consuélenme tus besos en la aurora.
miércoles, 21 de julio de 2021
martes, 20 de julio de 2021
lunes, 19 de julio de 2021
domingo, 18 de julio de 2021
Media hora con Borges
Leer
https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/116532/1/Virgula_2-3_10.pdf
Media hora con Borges
Antonio Gracia
(El maestro contempla ciegamente un aleph diluvial, fantasma levitante en un maná invisible).
- Periodista: Usted es argentino, pero dicen algunos que no se preocupa por su tierra.
- Borges: Importan las esencias universales, no las patrias físicas, las fechas y demás circunstancias... Yo soy oriundo de los libros, no de la arcilla. ¿Serían esencialmente distintos Homero o Virgilio, Shakespeare, o Hugo... si hubieran nacido en otra patria o en otro tiempo? ¿Son griegos, romanos, ingleses, franceses... o son universales y, por lo tanto, apátridas? Cuando pasan los siglos incluso el autor se convierte en una mera circunstancia de su obra. ¿Soy argentino? Yo solo soy de mis palabras y de aquellos que, por ellas, me sienten suyo. La mente no pertenece ni al polvus eris ni al reverteris.
- Periodista: ¿Qué me dice del Nobel, que tampoco entiende de nacionalidades? Se supone que es un premio a toda una vida escribiendo bien.
- Borges: ¿Escribir bien? Cualquiera puede escribir bien. Basta con empeñarse en aprender. ¿Pero sentir bien y convertir las emociones en un buen pensamiento emocional expresado idóneamente? Hay pocas cosas cuya dicción, buena o mala, sea imprescindible. Son las que apresan la sustancia humana y trazan el ADN de la identidad histórica, vigente en cada época. ¿Pero a quiénes y a cuántos les importa tal empresa?
- Periodista: A mí, a muchos lectores...
- Borges: ¿Escribir bien? ¿Ordenar las palabras certeramente para remitir al lector una buena prosa, unos versos rumiantes, tener éxito? ¡Claro! Hay que satisfacer también al homo ludens. Aunque eso es insatisfactorio para el homo sapiens. Este escribe para el lector que busca su íntimo rostro -llamémosle la efigie trascendente- en lo que lee, el que sufre porque por sí solo no se basta para hallar esa efigie y necesita la ayuda de quienes la han visto y saben legarla. Hay un lector al final del horizonte que preserva esa escritura. Vive ”en conversación con los difuntos”, en realidad siempre más vivos que los que presumen de estar vivos. Sabe que en algún lugar de un libro hay una frase esperando sus ojos para darle sentido a su existencia. ¿Pero cuántos empuñadores de la pluma prefieren ser malos escritores si ello les procura el pasaporte a la fama? ¿Cuántos se preguntan, antes de publicar, "se avergonzaría Montaigne, o Ronsard... de firmar esto que acabo de escribir"? Repito: ¿Escribir bien? El mundo es una gran palabra que solo unos pocos saben pronunciar. Escribir es descubrir. Así lo entiendo: Sentipensar, sentivivir en la escritura, nombrar lo no nombrado, vislumbrar lo eviterno, donar la vida en la palabra exacta, inmortal por resurrecta. Crear un cuerpo y una mente humana: escribivir.
- Periodista: ¿Le molesta que su poesía -como la de Cortázar- no sea tan egregia como su narrativa?
Borges: ¿Egregia? Son los otros los que -tal vez- escriben peor que yo, no yo quien lo hace mejor que los otros. En cualquier caso: mis cuentos son mis poemas; mis versos, ludopatías estrábicas.
- Periodista: Nombre algunos autores en español.
- Borges: No existen los autores; existen algunas obras de algunos autores. Las obras completas son el peor enemigo de las grandes obras porque esconden estas entre las de aprendizaje y las de decadencia. Diré dos títulos: “El túnel”, “Informe sobre ciegos”.
Periodista: ¿No quiere hablar del Nobel? ¿Discrepa de García Márquez o Vargas Llosa?
Borges: La coetaneidad es muy injusta. No premió en vida a Cervantes, ni a Gracián, ni a Dostoiewski... y sin embargo sí a Echegaray, Cela... El factor común de la humanidad sincrónica es la mediocridad... Por eso la muchedumbre, para la cual se urdió la democracia, imposibilita su buen ejercicio y la convierte en una disfrazada dictadura...
- Periodista: ¿Se considera antidemócrata?
Borges: Solo digo que en democracia ya no sabes quién es tu enemigo porque lo son todos aquellos que conforman la muchedumbre... no se puede convencer a nadie con razones porque la multitud es esencialmente sinónimo de fanatismo... El mismo Beethoven compatibilizó su misantropía ("prefiero un árbol a un hombre") con la solidaridad universal ("Sinfonía Coral”); claro: que con la mediación de la “Oda” de Schiller… Confieso que, por casualidad, topé con unos versos de un tal Goytisolo, un poeta de los que ustedes llaman sociales -¿qué plumidiestro no lo es?- que dicen: "un hombre, una mujer, así tomados de uno en uno son como polvo, no son nada...". ¿No son nada? Lo son todo. Quien niega la individualidad niega la identidad; y, por lo mismo, la libertad. Hay que reivindicar el "uno para todos", pero también el “todos para uno"; y esto es lo que olvida o pierde la convivencia en la mala democracia. Ha inventado el todos contra todos, malinterpretando a Darwin. En Arte no hay democracia, sino individuo. Incluso las obras del pueblo, como “Las mil y una noches” o “El Romancero” pertenecen al individuo, quien, uno tras otro, juglar tras trovador, miniaturista tras copista, las han pergeñado, pulimentado, salvaguardado, posteriorizado para la multitud… En fin: ¿No es el triunfo de la democracia el asesinato del yo?
- Periodista: Bueno, bueno… Sorprende oírle hablar de música. Solo recuerdo en su obra una alusión musical: al Réquiem alemán de Brahms.
- Borges: La música es la única palabra que desmiente la inefabilidad. Y los músicos son los únicos autores contra los que no puedo nada. Yo me quedé en los tangos; y eso sí es Argentina pura.
sábado, 17 de julio de 2021
Inspirado en hechos irreales...
Guridi: Amorosa (Diez melodías vascas)
Ocurrió por tierras de Colunga, Gijón... o Santander...
Una epidemia semejante a la que propició la escritura de El decamerón los obligaba a permanecer distantes, ajenas sus realidades, pero no sus emociones. Y le envió una nota:
Prohíbeme que vuelva a mirar tu fotografía o me matará el síndrome de Stendhal.
Acogiéndose a las juiciosas palabras de la hermosa pastora en el episodio de Marcela y Grisóstomo (Quijote, I, 12-14), fue desoída aquella petición.
El lector ya conoce cómo acabó la historia.
viernes, 16 de julio de 2021
Érase un texto invisible (Elena Aguilera)
Donde se nace; donde se muere
La exposición de Elena Aguilera, en el MUA, introduce al espectador en una luminosa estancia íntima en la que la serenidad parece provenir de los cuadros -de diferentes dimensiones- tras los que se trasluce un paisajismo físico que el siquismo autorial ha convertido en lindantes con la abstracción. Esta fisicidad aprisiona al espectador en un espiritualismo que la pintora ha extraído de su trayectoria y su talante, cosa que importaría poco, puesto que toda obra es una manera explícita o implícita de autobiografía. Pero lo que interesa aquí es que tal dibujo de la “realidad”, sin ser concreta o abstracta, sino híbrida, sumerge a quien contempla en una avariciosa claridad. Esto último, tan necesario en el mundo actual -lo de la claridad como camino a la esperanza- entra dentro de esa máxima que llevo defendiendo hace 20 años, la de la voluntad hímnica, implícita en la otra de construir “el himno en la elegía”. Y eso lleva dibujando-pintando la autora a lo largo de su obra. Baste recordar su serie “El azul no es un color”. Y no lo es: porque es un estado del ser, del ánima, de la vida.
Parece que los objetos de la naturaleza física hayan sido desdibujados añadiéndoles naturalezas síquicas -o al revés- para conjuntar entes mixtos de abstracción y figuración. Torsos, ramajes, roquedales, ríos, indefiniciones… despojados de todo cuanto les sobra mediante trazos gruesos fugitivos de convertirse en siluetas perfiladas, parecen ser los arbotantes del diseño inicial sobre el que se construye esta presencia mural.
Poco importa la causa que provoca un efecto si este es digno de una celebración. Y este lo es. Y además, muestra una gradación y conquista en el estilo de la pintora, que indica no un azar encontrado sino un estilo buscado.
Cada artista -cada ser humano- aglutina una serie de sensaciones y fórmulas expresivas que actúan como premisas irracionales que se van racionalizando a fuerza de trabajo y elección de lo sentido, pensado y materializado. Lo que aquí resulta es un breve espacio de serenidad coloreada “donde se vive, donde se muere”, según la artista titula su conjunto pictórico-vital.
Pocas veces el autor sabe mucho de su obra: este suele saber de ella que sintió una necesidad imperiosa de crearla y convirtió, mediante búsquedas y hallazgos, su intuición en creación. Y pocas veces el ciudadano sabe por qué acude a una exposición. Los asistentes al MUA tal vez no distingan -aunque sientan- la identidad o contenido de cada uno de estos cuadros, o de su conjunto; pero saldrán transformados porque una íntima alegría habrá invadido su hartazgo de contemplaciones pintureras.
jueves, 15 de julio de 2021
Una visita al pasado: Colunga
miércoles, 14 de julio de 2021
lunes, 12 de julio de 2021
Minihaiku
Cuando escribas procura que tu verso
no engendre la nostalgia del silencio;
y si la engendra, calla.
domingo, 11 de julio de 2021
Sicalipsis
sábado, 10 de julio de 2021
viernes, 9 de julio de 2021
Entrevista.



jueves, 8 de julio de 2021
Perro Mundo
Mondo Cane (MORE)
Mondo Cane (MORE)
Doris Day
Bob Mcgrath
miércoles, 7 de julio de 2021
La catedral sumergida
Allí brotó mi historia con Oniria, la leyenda infinita, el verbo manantial.
Allí se escucha el mar, solemne, reiterado.
lunes, 5 de julio de 2021
Doña Inés
Doña Inés se despierta del hechizo
Dices que has conquistado a cien mujeres
y que me quieres más que a todas ellas.
Te jactas de gozar de cien victorias
olvidando que implican cien derrotas
de cuantas te lloraron al marcharte.
Me susurras tu hazaña como un mérito
definitivo para conquistarme.
Pero dime: ¿de qué te enorgulleces?
¿No será que buscaste otros amores
porque no conseguiste retener
ninguno de los muchos que presumes?
¿Burlabas damas o eras tú el burlado?
¿Decepcionaste o te decepcionaron?
¿Dejaste alguna lágrima en sus ojos
o quizá fuiste tú quien las lloró?
¿No estarás pregonando tus fracasos?
En fin: después de tantos amoríos
me susurras tu hazaña como un mérito
definitivo para conquistarme.
¿Y de verdad esperas que te ame?
¿Cómo aspiras a enamorarme si
solo inconstancia y necedad me ofreces?
domingo, 4 de julio de 2021
sábado, 3 de julio de 2021
Concierto para ver
Quienes tienen el oído prisionero del Concierto de Aranjuez se extrañarán al ver y oír esta música del mismo Joaquín Rodrigo.
Una pequeña orquesta con la que homenajea los viajes espaciales y su trasfondo metafísico.
viernes, 2 de julio de 2021
La lontananza
La lontananza
Amar a quien amamos y no poder amar
con el cuerpo y el alma porque el amor se fue
-o se quedó- muy lejos de donde nos quedamos
-o allí donde nos fuimos-. Vivir es un gran viaje,
y amar una estación hasta la que llegamos
cargados de caminos, estaciones y trenes
con destinos que fueron decepciones y sueños.
Inextricables lazos nos unen y desunen
y convierten en bielas y hierros destrenzados
el corazón fugaz en busca de un imán
a través de las vías que recorren el tiempo.
Y al fin ríes un día porque en una estación
encontramos al otro transeúnte que mira
con nuestros mismos ojos, y siente con el mismo
abrazo la existencia: una desilusión
voluntariosa de serenidad y sueño:
la certeza frugal de que la lejanía
es tan solo el disfraz de un gran amor
que es nuestro propio rostro en otro rostro.